La depresión de Vera se ha profundizado luego de la repentina muerte de sus padres. Sus días transcurren en la oscuridad de su habitación, donde pasa las horas encerrada y aislada del mundo. Todo cambia cuando descubre los diarios íntimos de su madre, que le revelarán una misteriosa historia hasta el momento desconocida. La curiosidad. la búsqueda de respuestas y la motivación que de pronto siente al leerlos, la hará sumergirse por completo en ellos para adentrarse en un viaje sin retorno donde deberá responder más de un interrogante, incluso, para poder superar su propia depresión.
Alina Mars ha pasado sus días buscando el amor ideal y elaborando minuciosos planes de conquista. Sin embargo, y pese a sus esfuerzos e investigaciones, nada parece salir tal cual pretende. Sus continuos fracasos, su desesperanza y su profunda soledad, la llevan un día a dejar de creer absolutamente en el amor y a dedicarse enteramente a su trabajo en la antigua tienda de libros “Verdi”. Todo cambia cuando una promesa a su abuela Jija, la obliga a regresar al famoso “Viejo club” para intentar retomar lo que alguna vez fue su mayor sueño: Patinar. Allí, conocerá a un misterioso joven con el que entablará una particular relación que pondrá a prueba sus teorías acerca de la vida, el amor, los sueños, y que la harán enfrentarse a sus peores recuerdos.
Ocho años han pasado desde aquel festival. La segunda parte de Los días de Alina nos muestra cómo los caminos jamás coinciden por casualidad pues todo, absolutamente todo está finamente conectado.